Ante las amenazas de muerte, acoso y tortura física además de psicológica que sufre en la cárcel, el edil auxiliar de San Miguel Canoa, Raúl Pérez Velázquez, sentenció a sus hijos por llamada telefónica: “Hijos esto es el infierno, no lo puedo soportar, déjenme pudrirme yo en la cárcel, pero no quiero que ustedes la pisen”.
Rocío y Javier Pérez Pérez, narraron que desde el penal hay amenazas: “Mi padre nos dijo: me están amenazando de que siguen ustedes dos” y que este fin de semana sufrió severos golpes y maltratos físicos.
Lo anterior, por la defensa que han emprendido ambos jóvenes, que incluye una denuncia ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos y una queja ante la Cámara Baja del Congreso de la Unión, contra el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas.
En un encuentro con los medios locales y nacionales, los hijos del edil responsabilizaron al mandatario de “fabricarle” un delito a través de su principal operador en el ayuntamiento de Puebla, Guillermo Aréchiga Santamaría, el secretario de Gobernación.
Pérez Velázquez fue detenido el pasado 31 de noviembre, cuando intentó de gestionar con el ayuntamiento de Puebla, recursos para ejecutar obras en la junta auxiliar. Pérez Velázquez es acusado de haber agredido, asaltado y privado de la libertad a un empleado de Concesiones Integrales, firma particular que opera el servicio de agua en la capital.
Sus hijos lanzaron un mensaje claro: “Aréchiga fue quien le marcó para agendar una cita de trabajo, fue cuando lo aprehendieron”.
Al acoso, se suman que con el apoyo del gobierno de Antonio Gali Fayad, podrían fabricar otro delito –como ocurrió con su homólogo preso de la junta auxiliar de La Resurrección- para considerarlos un “delincuente de alta peligrosidad” con el fin de mantenerlo en el penal de Tepexi de Rodríguez.
En una acción conjunta con los familiares del edil preso de la Resurrección, el miércoles se llevarán a cabo una procesión para pedir la liberación de los “presos políticos del Puebla”, la cual saldría de Plaza Loreto tumbo a la Catedral.