Aun está impune el caso de violencia sexual y laboral que ejerció el director de la Escuela de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Lorenzo Carreón, contra una de sus colaboradas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
La primera semana de octubre se dio a conocer que una trabajadora de la máxima casa de estudios en la entidad fue amenazada y posteriormente despidida por negarse a mantener una relación sentimental con su jefe, quien presume abiertamente su respaldo del rector, Alfonso Esparza Ortiz.
María Eugenia Ochoa, académica de la institución y defensora de los derechos de las mujeres, reconoció los retrasos de “justicia” para la empleada, reconociendo que Esparza no se ha acercado para intervenir en el conflicto.
En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, definió que la institución más importante del estado es “omisa” a este tipo de actos, así como a las situaciones sociales que afectan a Puebla con las políticas del gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas.
“La universidad debe de tomar un papel crítico de la realidad, en todos los ámbitos, en Ayotzinapa, Chalchihuapan y en el caso de la violación a las mujeres; él (Esparza) es el vocero de la institución y no ejerce manifestaciones sobre problemas con impunidad”.
La fémina fue obligada a firmar su renuncia cuando esta se negó a mantener una relación amorosa con Lorenzo Carreón, el directivo de la BUAP. Su proceso avanza paulatinamente en el departamento de Derechos Universitarios de la casa de estudios.
Eugenia Ochoa dio a conocer que esperaran los tiempos del resolutivo y que buscarán realizar una denuncia penal contra el funcionario de la institución, pero, aseguró que el tema es complicado por el temor de la mujer por la reprensión que pudiera recibir del rector Alfonso Esparza.