Después de seis semanas de mantener una distancia con los afectados por las detenciones del gobierno estatal en contra de pobladores de San Bernandino Chalchihuapan, la diputada federal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Roxana Luna Porquillo, negó que exista un rompimiento con Elia Tamayo y la madre del edil preso de aquella junta auxiliar, Araceli Bautista.
Sin embargo, reconoció que existe un “distanciamiento” por la “campaña de odio” que algunas personas han plantado en la comunidad, lo que consideró una arma en su contra por parte del Ejecutivo Estatal: “Hay una campaña de querer genera una división, es parte de la estrategia del gobierno”.
Las dos activistas, Araceli Bautista y Elia Tamayo buscan juicio político contra el mandatario poblano, Rafael Moreno Valle Rosas, por la muerte del menor de 13 años, José Luis Tehuatlie Tamayo, quien perdió la vida en consecuencia de la mala aplicación de la #LeyBala y la libertad del edil subalterno, Jairo Javier Montes Bautista, quien es acusado por este delito. Las dos han realizado movilizaciones al margen de la legisladora federal.
Un grupo de pobladores de Chalchihuapan que están “infiltrados” en el movimiento, son quienes iniciaron una campaña de desprestigio y confrontación en su contra, acusó. Su forma de operar, de acuerdo a Luna Porquillo, fue aprovechándose de la situación sentimental de los habitantes para avanzar “contra ella”.
Con dificultad para recordar, declaró que la última vez que se reunió con Elia Tamayo- la mujer indígena que perdió a su hijo el pasado 9 de julio- notó que no quería hablar mucho con ella, incluso, la evadió refugiándose con un compañero.
El segundo acercamiento con la población de Chalchihuapan, fue el 22 de noviembre por la mañana cuando se comunicó vía telefónica con Araceli Bautista, debido a que horas antes los policías ministeriales habían detenido a su hijo Javier Montes: “Le hablé para ver que se tenía que hacer, ella (Araceli Bautista) me pidió que no me metiera, que no quería verme, entonces entendí que había un enojo de su parte”.
La fractura en la relación con los líderes de la junta auxiliar, inició dos semanas antes. El pasado 4 de noviembre, la diputada federal del Sol Azteca intentó dialogar con la comunidad y organizar una asamblea pública para definir las estrategias para buscar la libertad de los presos políticos.
Ese mismo día, sin notificarle -explicó que- le informaron que cambiaron a los abogados que atendían la defensa de tres presos de la zona: “Pedí una asamblea pública, quedaron de llamarme pero se había tomado una decisión, no tuve comunicación”.
Luna Porquillo precisó que la campaña de descalificación y dudas en su contra ha permeado, los habitantes de Chalchihuapana desconfían de ella, además, se defendió de todos los ataques en su contra escudándose que “su actuar ha sido público” y que dará la cara a las personas porque no tiene nada que esconder.
Aunque aseguró que “hay una posición importante de compañeros que la respaldan”, evidenció que si no ha regresado a Chalchihuapan es porque tiene miedo de su integridad física, la cual consideró “vulnerable” ante los “odios” de los “infiltrados en el movimiento”.
La lejanía de los pobladores con ella, reiteró que es responsabilidad del gobierno estatal, que planea confundir y dividir a los habitantes para desmantelar la organización.
“Yo espero que los compañeros tengan la capacidad de poder diferencias lo que implica el movimiento social y las consecuencias de esto, los enemigos no somos nosotros, nos estamos equivocando, los enemigos están allá, y nos están gobernando y encarcelando a los compañeros, lo único que hago es entregarme y apasionarme de lo que creo y lo he hecho con mucha responsabilidad”.
Ante las especulaciones de entregar al movimiento para que la corriente que dirige, Alternativa Democrática Nacional (ADN), obtuviera tres carteras en el Comité Directivo Estatal del PRD, la diputada federal atajó que “no tiene porque asumir esa responsabilidad.
“No corresponde a Roxana Luna entregar a nadie, porque tendría que asumir una responsabilidad de este tipo. Primero ¿A quién se lo debería de entregar y bajo que términos tendría que entregarlos? ”.
Roxana Luna admite que en la crisis del movimiento se encuentra más vulnerables ante las acciones represivas del morenovallismo. En tanto, hizo un llamado de “unidad”: “No debe ser una bronca de confusión, ni de odios, nos están golpearnos a todos, es una etapa muy difícil y es para que redoblemos esfuerzos”.
“Chalchihuapan está en mi corazón, yo me he formado, he sido parte importante en esta historia de la comunidad y que lo único que nos queda es que todos entendamos como opera el gobierno del estado”.