La Universidad Iberoamericana Puebla a través de su Departamento de Ciencias de la Salud presentó la conferencia Prevención y Estilos de Vida Saludables que fue impartida por el Dr. Antonio Tena Suck, director del Departamento de Psicología de la IBERO Ciudad de México. Durante su ponencia, el académico de la Ciudad de México apuntó que el tema de prevención y estilos de salud en la vida diaria no se lleva a cabo, porque tanto nutriólogos como psicólogos y especialistas en el cuidado de la salud no contemplan dentro de sus programas de atención el término estilos de vida.
Destacó que el ejemplo más claro de ello son las dietas que imponen los especialistas en Nutrición, las cuales muchas veces no contemplan el ritmo de vida de las personas y termina por generar depresiones. El conferencista afirmó que es difícil obtener resultados positivos si siempre se hace lo mismo.
Entre los ejemplos que mencionó destacan que en América Latina la obesidad se ha incrementado, considerablemente, en mujeres en edad reproductiva y en niños menores de cinco años. Asimismo documentó que las muertes por consumo de tabaco ya superan las 435 mil personas, que el 46% de las mujeres menores de 25 años están infectadas por el VIH y que más del 51% de los jóvenes han consumido algún tipo de droga no legal.
Aseveró que para generar estilos de vida saludables es indispensable que los especialistas no centren su atención en la consulta del paciente sino que también promuevan los procesos sociales familiares que incentiven los buenos hábitos, de tal manera que se consiga la satisfacción de las necesidades humanas y con ello alcanzar niveles óptimos de bienestar y de vida.
El Dr. Tena Suck subrayó que mientras una persona esté informada, motivada y cuente con las facilidades para alcanzar su meta, podrá de manera más sencilla, pasar de hábitos insanos a sanos, así como evitar la frustración de no alcanzar sus metas. Bajo este tenor, invitó a los investigadores y académicos reunidos a desarrollar técnicas nuevas que faciliten el trabajo de los pacientes, pero sobre todo que los incentive a cumplir con un programa de vida saludable que incluya el desarrollo de rutinas orientadas a dormir más de siete horas al día, desayunar como primer alimento, mantener un peso y talla proporcionado, no fumar, tener una ingesta nula o moderada de alcohol, evitar el consumo de drogas, tener sexo seguro, minimizar las emociones negativas y adoptar actitudes sobre el cuidado de la salud.
Otro dato revelador sobre la importancia que tiene el carácter motivador de un especialista en su paciente es que sólo el 20% de las personas que se someten a una dieta la terminan, mientras que el 80% restante conserva su padecimiento, lo que hoy genera en México que la obesidad ya sea un problema crónico, lo que significa que el paciente se deprima, se frustre y regrese a ese estilo de vida nocivo que le generó el padecimiento.