El cáncer es una enfermedad que ha acompañado al hombre desde épocas remotas, debido a que se trata de una alteración celular que provoca un aumento descontrolado de células anormales; su crecimiento invasivo y propagación a través de los tejidos perturba el funcionamiento normal del organismo.
Este padecimiento puede afectar tanto a niños como a los adultos y no hace distinción de razas, nivel socioeconómico o sexo. Debido a su alta incidencia y a que sus consecuencias impactan no sólo al paciente sino también a la familia y la comunidad.
De acuerdo al último estudio del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2013, del total de las defunciones por tumores malignos en población de 20 y más años, 45.7% corresponden a hombres y 54.3% a mujeres.
En contraste, en un menor de 20 años, 58.5% son de hombres y 41.5% de mujeres.En 2012, de los hombres de 20 y más años que egresan de un hospital por cáncer, 22.3% padecen tumores malignos en órganos digestivos.
En 2012, el cáncer de mama es la principal causa de egreso hospitalario entre las mujeres de 40 a 59 años de edad, es decir 57.9 por ciento.
Del total de tumores malignos en la población de 20 y más años, los de órganos digestivos son la primera causa de mortalidad entre esta población, con 31.61 casos por cada 100 mil habitantes.
Existen más de 100 tipos de cáncer, los cuales se denominan dependiendo de la parte del cuerpo donde inicia su desarrollo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2012 murieron 8.2 millones de personas por esta enfermedad; los varones principalmente por cáncer de pulmón, estómago, riñón, colon y esófago.
Mientras que las mujeres por el de seno, pulmón, estómago, colon y cervical. Asimismo, destaca que aproximadamente 70% de las muertes por cáncer se presentan en países de ingresos bajos y medios (World Health Organization [WHO], 2013 y 2014) en donde se dificulta la atención de esta enfermedad. En 2013, del total de defunciones registradas en Puebla, 11.3% se debieron a algún tumor y de éstas, 92.2% por tumores malignos.
Se estima que cerca de 30% de los distintos tipos de cáncer pueden ser prevenidos; si bien en algunos está implícito un factor genético, su desarrollo es multifactorial, por lo que su aparición puede depender de la exposición a agentes externos como radiaciones, sustancias químicas (como los asbestos), infecciones por virus y bacterias como el virus del papiloma humano o la hepatitis B y C, así como estilos de vida poco saludables, entre los que destaca el tabaquismo que es considerado el principal factor de riesgo de cáncer a nivel mundial, provocando 22% de las muertes anuales.
Se podría pensar que el tabaco está relacionado únicamente con el cáncer de pulmón (causal de 70% de los casos), esófago, laringe, boca y garganta, pero su consumo también incide en la aparición de neoplasias de riñón, vejiga, páncreas, estómago y cervical (WHO, 2013 y 2014b).