Los “8 mil tamales” prometidos por el alcalde Antonio Gali Fayad, fueron insuficientes ante la llegada de no más de mil personas que se dieron cita desde temprana hora en la plancha del zócalo capitalino, para disfrutar de tan sólo un tamal y atole por persona.
Los vendedores de tamales y atoles que pueblan los principales cruceros de la ciudad, curiosamente no fueron acosados y perseguidos por personal de normatividad –dependientes de la Secretaría de Gobernación Municipal-, por el contrario fueron llevados en las camionetas –que en reiteradas ocasiones transportan la mercancía decomisada-a la Plaza de armas para entregar su producto a las autoridades municipales y ser repartidas para la “convivencia con los poblanos”.
Con la repartición de tamales y atole el edil capitalino Antonio Gali; refrendó su compromiso de beneficio a los ciudadanos, contribuyendo con esta acción al “progreso de la capital”.