“Una de las políticas que han adoptado los gobiernos es incrementar las penas, pensando que eso va a disminuir la delincuencia” señaló el académico de la Universidad De Las Américas Puebla (UDLAP), Carlos Alberto Julián y Nacer.
A pregunta sobre el aumento a seis años la condena contra graffiteros, el titular del departamento de Derecho de la UDLAP-Julián y Nacer- consideró como una “política criminal» las sanciones contra los “adolescentes mal llamados graffiteros” y señaló que la estadística criminal demuestra que “a pesar de los incrementos a las penas, siguen existiendo más índices delictivos, entonces esa política no funciona”.
El abogado -ex procurador en el periodo de Melquiades Morales Flores -demostró que en Derecho existe lo que se llama “política criminal” que tiene como fundamento establecer políticas de prevención de estas conductas delictivas.
“Este incremento a la sanción, propuesta por el diputado panista Eukid Castañón y aprobada por los legisladores, ya existía desde hace 12 o 15 años específicamente cuando se hacía daño a la propiedad ajena, lo que indica que sólo hizo un ajuste al Código Penal”.
Julián y Nacer juzgó que se debe analizar cuáles son las causas del delito y no “reprimir» las consecuencias-indicando que- en lugar de aumentar las penas contra los delitos se debe atacar la pobreza y desempleo.
«Qué les parece si en lugar de poner o pedir pena de muerte y cadena perpetua porque mejor no se busca la manera de que realmente genere empleo, se norme una sociedad con mejor acceso a la educación».
El también exdiputado alertó sobre el engaño de algunos líderes que enarbolan banderas populares, que llaman a la desobediencia civil ante las multas impuestas por el gobierno del estado por no verificar, argumentando que esta mediad sólo es una “manifestación pacifista en función de la afectación a la dignidad humana y no como una medida jurídica”.
Señaló que muchos organismos de gubernamentales han surgido tomando la estafeta de lucha, levantando la voz para protestar por la “arbitrariedad y la injusticia”, como única vía para demostrar la inconformidad de los poblanos “pero no hay que confundir la libertad de la protesta con el abuso del libertinaje».