“Yo no me ando con jaladas”.
Esa fue la expresión que el diputado federal electo del Partido Revolucionario Institucional, Alejandro Armenta Mier, vertiera cuando le pregunté por sus aspiraciones en el 2016 o 2018 –mini gubernatura o la grande-.
Me dijo, responderé al electorado con un amplio trabajo en la legislatura federal, seré gestor y fiscalizador de los recursos que aterricen en Puebla, a partir de mi gestión al frente de la LXIII legislatura.
Pese a que anda circulando en todos los rincones políticos su probable candidatura luego del triunfo contundente sobre Mario Rincón González, él se mantiene sereno.
Incluso, dijo, estoy preparado para el 2016, 17, 18 y 19 para servir a los poblanos desde la trinchera en que me encuentre.
“Yo no me ando con jaladas, responderé a los poblanos y tendré que ser congruente, trabajaré una legislatura transparente y adecuada a los tiempos de la transparencia que se nos exige a todos los que ocupamos un cargo público”.
La respuesta fue contundente. Le miré a los ojos y le pedí de favor, -de lo convencido que estaba de sus palabras de legislador- “diputado, saluda a todos cuando vayas subiendo, porque son los mismos que vas encontrar cuando vayas bajando”.
Al tiempo.
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El único plan “A” y “B” del gobernador.
Tras los insospechados resultados del pasado 7 de junio, el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, ya placea sin empacho alguno al presidente municipal de Puebla, Antonio Gali Fayad como su único alfil para la contienda electoral del próximo año donde se disputara la Mini gubernatura.
El ayuntamiento de Puebla, que en verdad se observa como una secretaría más del gobierno morenovallista, tiene en su presidente al plan “A” y “B” del ejecutivo estatal.
Situación que se presenta por la derrota no pronosticada o no prevista por el equipo del gobernador en las elecciones federales pasadas.
Antonio Gali Fayad trae en sus espaldas la sombra del gobernador, al mismo tiempo la nula acción municipal, es decir, la falta de desarrollo y progreso ordenado que el edil prometió y que a año y medio de su gestión no ha podido colocarla como lo prometió.
En fin, los panistas no deben estar contentos de que un neo panista o un personaje que en corto y en largo menciona que tiene sangre priista de toda su vida vaya a ser su candidato a la mi gubernatura.
Antonio Gali Fayad tendrá que pensarlo dos veces para ir por esa magistratura estatal.
Los panistas pensaran dos veces en darle su voto a quien ha sido hecho por el gobernador Rafael Moreno Valle, el mismo que los ha tenido sometido desde su acuerdo de sacar al PRI del gobierno, estatal.
No creo que los panistas vayan a apoyar tal decisión, pues sería someterse al yugo de quien los ha lastimado como institución política y ha jugado con ellos, en fin, hay que esperar.
Aunado a ello, les comparto lo que algunos periodistas han alcanzado a decir, entre broma y algo de cierto, que quien llegue a la primera magistratura de un año ocho meses, solo le tocará administrar el año de hidalgo.
A poco no?