A 30 años del Sismo del 19 de septiembre de 1985 que sacudió la ciudad de México y a los estados circunvecinos, la Decanatura de Ingenierías de la UPAEP se reunión con los medios de comunicación para hablar de qué se ha hecho en materia de protección civil ante los fenómenos sísmicos.
Al respecto, Hugo Ferrer Toledo, Decano del departamento de Ingenierías, señaló que los sismos que se registran en las costas del Pacífico frente a los estados de Guerrero, Michoacán y Oaxaca, se llegan a amplificar particularmente en la ciudad de México hasta 500 veces más, es decir, “si tenemos un milímetro serían 500 milímetros de movimiento horizontal del terreno, que es una situación que pocas ciudades del centro del país lo sufren”.
En cuanto al estado de Puebla, el académico refirió que la entidad poblana tiene algunas peculiaridades no tan serias como la ciudad de México pero hizo que todo el país volteara en ese momento a revisar sus reglamentos de construcción.
Agregó que en la actualidad se requieren reglamentos de construcción modernos, con fundamentos de estudio que orienten a las personas que construyen o tienen que establecer programas de prevención ante la presencia de este tipo de fenómenos naturales. “Son pocas las ciudades grandes en el país que están buscando mejorarlos e incluso instaurarlos, algunas de ellas no los tienen. Si ustedes –medios de comunicación- hacen una revisión de zonas conurbanas, o ciudades como es el caso de la ciudad de Puebla, van a observar que ni siquiera tienen un reglamento o una norma técnica que permita diseñar sísmicamente los edificios”.
Por su parte el Gerardo López Arciga, catedrático de la Facultad de Ingeniería Civil de la UPAEP, como dato histórico, subrayó que el sismo del 19 de septiembre de 1985 se registró en las costas de Michoacán en la desembocadura del río Balsas a las 7:17 de la mañana y por la distancia del lugar con la ciudad de México hizo que se sintiera 2 minutos después, con una magnitud de 8.1 grados richter y al otro día se registró otro temblor a las 19:40 horas con una magnitud de 7.3 grados Richter.
Dijo que el sismo se registró porque la placa continental de Cocos se introdujo por debajo de la placa Norteamericana, lo que produjo un temblor denominado interacción de placas que para nosotros los ingenieros civiles, son los más importantes por la cantidad de energía liberada. “Como consecuencias de ese temblor se calculó que hubo alrededor de 10 mil muertos y pérdidas cercanas a los 8 mil millones de dólares, además de que en ese entonces no se contaba con mucha instrumentación, aun cuando había mucha gente interesada en estudiar estos fenómenos, no había equipos para estudiarlos”.