Día doblemente simbólico, lo político en el Festival Étnico de la matanza 2015.
Era viernes 16 de octubre. La hora, justo al medio día. El escenario el Complejo Cultural el Calvario. La región de Tehuacán. El evento, Festival étnico de la Matanza 2015. Los lugares en el templete estaban dispuestos; cuando menos treinta para los invitados especiales y representantes de las once juntas auxiliares y demás autoridades.
La convocatoria había sido muy clara. La hora precisa, 12 horas. Las autoridades estaban ya en sus lugares. ENRIQUE DOGER GUERRERO como invitado de honor, había llegado con la puntualidad que merece el respeto a los tres mil asistentes que llenaban el auditorio. Dispuestos con un collar de Cempasúchil estaban ubicados en sus lugares. Al centro la primera regidora o mejor conocida como la presidenta municipal doña ERNESTINA FERNANDEZ MENDEZ, aun costado DON ALVARO su esposo y , al costado de él, ENRIQUE DOGER. Los tres portaban los hermosos collares tradición náhuatl que evoca a las flores de veinte pétalos, símbolo de la bienaventuranza. Transcurrían los minutos, 5, 10, 15, 20, 25 y en el minuto 30, descendieron de la camioneta Durango blanca, rodeada por las tres suburban´s grises, RAFAEL MORENO VALLE y JORGE AGUILAR CHEDRAUI. Ahora sí, la fiesta empezaría…
El ballet municipal de Ajalpan fue el encargado de interpretar este ritual que marca el inicio de la tradición. En la tierra de la cuna del maíz, el rito religioso/pagano había iniciado. Recordemos, que con la llegada de los españoles introdujeron el mestizaje alimenticio. Nuestros pueblos, sólo estaban acostumbrados al guajolote y a partir de 1784 se instaura que cada tercer jueves de mes de octubre se sacrifique al ganado caprino. Ganado que por el espacio que ocupaba, era alimentado en los campos con lo que encontraba a su paso: nopales, biznagas arbolillos y sólo cada quince días el chivo comía sal y nada de agua.
Volviendo a la tradición, el primer chivo en llegar a la hacienda en el día de la matanza, se le colocaba un collar y era ofrecido a los dioses como permiso y adoración a TETLALE (chaman) El matancero embriagado entraba en contacto con los dioses para enterrar la primera pica con un cuchillo en el cuello del animal mientras el pueblo cantaba el ALABAO. Canto para que la matanza fuera buena y para que las próximas fueran bendecidas.
Bajo este ritual, se había iniciado el festival étnico. Pero parte primordial del hecho, es el respeto a nuestras tradiciones y costumbres. Un momento culminante, es cuando el PATRIARCA de la comunidad y ahora del estado (el gobernador o primer mandatario), como gesto de respeto de la comunidad hacia su jerarquía, le ofrece este primer chivo para que lo cargue en sus hombros como el PATRIARCA, EL PORTADOR DE LA BIENAVENTURANZA y baile con el chivo.
Ayer, que se llevó a cabo este ritual religioso pagano, nos quedamos atónitos, ¡MORENO VALLE rechazó el honor de iniciar el ritual! La comunidad permaneció atónita y al invitar a ENRIQUE DOGER a iniciar la ceremonia, haciendo uso del respeto por la deferencia que le hicieron, cargó al animalito y bailó. Fue un acto de respeto y honor que sensiblemente aceptó. La gente lo vitoreaba y más de uno grito “GOBERNADOR”.
Yo no supe, porque se reía tanto AGUILAR CHEDRAUI. Pues era un acto de respeto a nuestra cultura. Sólo de pronto evoqué que tal vez reía por lo que el lunes recién pasadole sucedió a él, allá en la colonia poblana de playas del sur. Pienso, que era de lo único de lo que podía reírse, cuando recordó que las decenas de señoras reunidas -también mestizas- le dieron pa´ sus tamales de chivo, y si ¿no?, ¡pregúntele! Y así fue un episodio más del ritual étnico 2015.
@mayrusmayrus7