“Los párrocos que han sido desaparecidos y descuartizados son al estilo narco. Los cadáveres (que son encontrados) son a causa del narco”, alertó Gustavo Rodríguez Zárate, director del Albergue de Migrantes La Asunción para referir que Erasto Pliego, párroco de Cuyoaco tiene todas las características de haber sido asesinado por el crimen organizado.
Consignó que el sacerdote tenía una labor de vigilancia en la región para que los marihuaneros no se metieran con la comunidad, “cuando la gente denunció, se vino abajo el negocio y entonces, le tenían ganas al padre”.
El párroco activista recordó que Erasto Pliego por 2009 estuvo al frente de la parroquia de San Juan Raboso, perteneciente al municipio de Izúcar de Matamoros, donde el ingreso de carteles del narcotráfico como “Los Z”, están presentes.
Antes de la llegada de Pliego a Cuyoaco, sus antecesores, tuvieron dificultades con las autoridades por el sólo hecho de reportar que la zona es “de fayuca, narcos de alto riesgo” y otras anomalías de operaciones de bandas delincuenciales.
“Ahí son territorios narcos, no les toques, no notifiques y cuando se le exige a las autoridades te metes en problemas, con las autoridades”.
Gustavo Rodríguez alertó de la “tendencia” de los asesinatos de la gente de los pueblos de diversas partes de la entidad: primero los desaparecen para posteriormente asesinarlos y que las zonas de alta violencia son la mixteca.
De esa manera, consideró que la desaparición y la muerte del párroco de Cuyoaco, fue una acción “con saña” que podría atribuirse a los grupos armados de Los Z.
Externó su preocupación por la gente que ha sido formada en las parroquias para la defensa de la tierra, las mineras, e inseguridad, ya que no va a ser la policía judicial estatal quien atente contra la vida de los católicos sino que los ejecutores son miembros de Los Z u otras organizaciones delictivas o sociales como “Antorcha Campesina”.