“El templo de San Antonio es un lugar público”: así se refirió el prelado poblano Víctor Sánchez Espinoza, en relación a los sucesos de detención de un líder la 28 de octubre -Xihuel Sarabia Sánchez- dentro del recinto católico y encañonado el párroco de ese lugar.
Fiel a su estilo de desconocer las noticias que trasgreden a los poblanos y a sus correligionarios –Sánchez Espinoza- afirmó su poco conocimiento de los hechos de violencia mientras se realizaba un acto litúrgico de primera comunión entre agremiados de la organización de vendedores ambulantes 28 de octubre y oficiada por el párroco de San Antonio.
El jerarca católico defendió que la incursión de los ministeriales al templo para la detención de otro integrante de la familia Sarabia Sánchez y dirigente de la 28 de octubre se dio “al terminar la celebración, nosotros ahí no tenemos nada que ver, entraron a un espacio público”.
Minimizo que la entrada de integrantes de la Procuraduría General de Justicia para la aprehensión de Xihuel Sarabia en el interior del Templo de San Antonio se hayan violado los derechos humanos del dirigente de vendedores “desconozco que problemas tengan la organización y las autoridades estatales, pero se debe aplicar la justicia y los derechos humanos”.
En tanto el prelado señalo que la violencia que padecen los sacerdotes –en días pasados en la localidad de Chachapa el sacerdote de la a iglesia del Divino Salvador, fue brutalmente golpeado para quietarle su automóvil March, color plata, modelo 2015, con placas UAS-5426 del estado de Puebla – “es parte de la inseguridad que se está viviendo en Puebla”.
Por lo que mando su mensaje eclesiástico a todos los párrocos de su jurisdicción: “Encomendémonos a dios y adelante a trabajar a seguir atentos a esta situación que se está presentando ante los hechos de violencia”.