Y a propósito de ALCALDE, CIUDADANOS en TRANSPORTE PÚBLICO.
La entrega pasada, mencionamos la importancia del vínculo ciudadano que debe ejercer el político. No es fácil lograrlo y entiéndase estar cerca de la gente no implica evocar a los que conocemos como “baños de pueblo”, es decir, cualquier ejercicio que implique el acercamiento del “político” con los ciudadanos NO debe ser una ocurrencia, sino de atender a una agenda estratégica.
Hemos visto ejercicios de jefes de gobierno de diferentes niveles abordar el transporte público y, te preguntarás ¿por qué? Pues el TRANSPORTE implica un escenario donde la problemática de las ciudades en crecimiento se recrudece. Hablamos de la vida contemporánea, de la vida de las urbes, y es ahí donde se generan las grandes crisis y es el escenario más sensible en nuestra Puebla capital.
Este breve espacio donde nuestra movilidad se interpreta muy cerca de la “modernidad” y donde el desplazamiento adquiere un código diferente: la movilidad según Venturi y Scott Brown “es parte de un nuevo modo de vida urbano, donde la búsqueda de libertad personal por parte del ciudadano se refleja en la posibilidad de circular y desplazarse libremente por el territorio” y -agrego- entenderse y conformarse como sociedad.
Ahora bien, ¿qué interpretación podemos dar? Pues en este punto de inclusión en la modernidad es el sitio de vulnerabilidad ciudadana poblana. Y, lejos de que el político al acercarse a este sitio sea aplaudido, es en la mayoría de los casos mal aceptado, pues es donde nos duele por la inseguridad, pareciera que logra expulsar el malestar que como sociedad tenemos.
El escenario se vuelve delicado. El resultado es negativo. Buscar el acercamiento “ciudadano” donde nos duele como poblanos es un hecho de comunicación que considero como comunicación “kamicaze”; porque si bien es cierto que “la comunicación social es “la disciplina que estudia las relaciones entre los cambios sociales y los cambios comunicativos” –sic- donde un sin número de actividades integrales obedecen a la búsqueda de empoderar a “X” personaje, en este caso NO fue así.
Debemos tener una salida bidireccional, si proponemos una medida de “riesgo”, debemos tener el plan A y el plan B. Si es favorable la respuesta ¡excelente!, pero si NO, tener una salida emergente y medir los alcances y efectos de este rebote de vuelta.
En comunicación TODO se capitaliza, pero en ocasiones habría que medir el estado de crisis que nos dejará varias secuelas.
Ahora bien, la presencia del alcalde poblano LUIS BANCK, en una de las rutas de transporte más vulnerable en el municipio, le deja varias lecciones:
iii. aceleraremos el uso de botones de pánico silenciosos por medio de aplicaciones en los teléfonos, como lo prometió @TonyGali”
Es una pena el ejercicio mal logrado, sin duda alguna el contacto con los poblanos debe ser permanente; NO a través de un paseo dominical.
Quedo a sus órdenes.
@mayrusmayrus7
@divandelamujer